viernes, 12 de abril de 2024

Relato de mi padre.


 

 

Me hablaba mi padre de un bar

y una esquina que lo abrazaba,

donde los amigos  se reunían

en un mundo de billares y de cañas.

De un estaño

donde el tango era un arrullo

que  desgranaba notas,

historias de amores y fracasos.

Hoy la esquina es un recuerdo

donde los fantasmas

se reúnen en las noches,

la luna los ilumina

los besa y se los lleva con un coro de silbidos

a un pasado que quiere ser presente y no puede

ilusorio sueño que se desmaya como el rocío

 en el amanecer

hacía su mundo de fantasía.

sábado, 6 de abril de 2024

Era la tarde.


 

 

 

 

 

Nos detuvimos.

Era esa hora de la siesta

que deja caer los párpados

y despierta los sentidos.

La Pampa se doraba en plena soledad,

a la sombra de un sauce llorón,

nos dormimos.

 

Libertad del aire de campo

que flota y perfuma sin perfume,

verde soberanía del pasto salvaje

que nadie cuida, solo crece,

sin edad como los árboles,

soldados de la tierra,

sombra oscura en la noche,

sombra fresca del día.

 

La tarde agonizó

en un gris y rosado horizonte.

Bajo el sauce, abandonamos juramentos

que no íbamos a cumplir

y  la fruta fragante del amor.




domingo, 31 de marzo de 2024

Mundo cotidiano.

 



Paraguas


Objeto útil

que se quiebra si lo abro

lo olvido en cualquier lado

y se escapa con el viento.



Almohada

 

Confidente de sueños

de lágrimas, de ronquidos

de palabras de amor

y de besos secretos.



Amigo/a

 

Hermano de la vida, no de la sangre

vino compartido en noches largas

risa, abrazo, conocedor de secretos

extensión del alma, siempre presente

aún estando lejos.

 

 


viernes, 22 de marzo de 2024

Aquella casa.


 

Homenaje a aquella casa de la calle Machain, donde mis tías me recibian en las vacaciones y que ha quedado en mi memoria como uno de mis recuerdos más queridos.

 

 

No he olvidado

el silencio de tu  patio

en aquellas siestas

interminables de verano,

ni el verde vanidoso

de los helechos,

ni la sombra del limonero.

Hoy el tiempo te ha cambiado,

te sobran años e historia.

Que magia te mantiene intacta

en mi memoria,

hace años  que la reja del balcón,

no existe, pero la veo y me veo

escapando entre sus espiras

para ir a jugar

y el enojo de las tías

por mis travesuras siempre activas.

Y en cada franja de la pared del patio

están  guardados,

cubiertos de pintura nueva,

mi nombre y  mis dibujos.

Son las cicatrices que te  dejé,

en aquella inocente

crueldad de la infancia.

 


 

miércoles, 13 de marzo de 2024

Árbol solitario.


 

Te acompaña el río, árbol solitario

Cabalga la tarde por su piel serena

Y en el se reflejan tus ramas de otoño

y tu estás tan quieto

Que pareces muerto.

Un barco lejano te mira y suspira,

Quién ha dejado ese árbol tan solo

Parece tan triste, perdido en el río

Solitario al viento con hojitas secas

Que quieren quedarse y la brisa las lleva.

 

Al llegar la noche la luna lo besa,

Al alba las aves juegan en sus ramas

Pensando  en el nido y en su copa llena.

Y el árbol sonríe, sueña  primaveras

Con  coro  de pájaros,  borrando tristezas

Y un verde brillante creciendo en sus hojas.

Llegará la fiesta, verano mediante

Y el agua del rìo en su piel serena

Reflejara un árbol con su copa plena.

 

 

 


 

 

 

 

jueves, 7 de marzo de 2024

La Rosi.


 

 

 

La villa descansa.

La puerta de alambre

despacio se abre.

Es la Rosi que llega

cansada y con ojeras, tan azules

que  parecen un cielo de verano.

La besa el sol que apenas  asoma

la recibe el silencio de las pobres casas.

Los zapatos en la mano,

para que no se enteren,

la hora que ha llegado.

Trae aroma de besos, de alcohol barato.

Un cansancio que le duele

en las caderas,

de bailar y conformar a los clientes

y un desaliento

que cada madrugada

anuncia el dolor de su alma

encerrada en la jaula de la vida.

Se desploma en la cama,

ni un sueño bonito la acompaña

se  duerme con una lágrima traviesa

que rueda por su cara

y moja la almohada.

¡Hasta mañana Rosi!

le dice la brisa, que curiosa

se  filtra por la persiana

y le  despinta los ojos

mientras le canta una nana.

 

 

 

martes, 27 de febrero de 2024

Los por qué.


 

 

 

Cuesta vivir

cuando el gran amor se ha ido,

cuando es trémulo el suspiro

que se pierde en el aire

y me asaltan las preguntas,

con un ejército de por qué,

para los que no tengo respuesta.

Para qué la roca sigue firme

contra el viento y lluvia

si está sola.

Por qué el río sigue su marcha

kilómetros y kilómetros

si al llegar al mar, se fundirá en el

y dejara de ser río.

Intento ser como el árbol

al que el  viento

sacude y le quita sus hojas

y que sin embargo sigue de pie

reponiendo sus ramas

dando savia a los brotes nuevos

como besos arrebujados

en cada amanecer.

Sigo porque a pesar de todo

amo la vida.

La descubro en cada detalle,

de la naturaleza,

en la abeja que lleva el polen

de flor en flor y les cambia el  color.

Llevo en mí la fuerza de la piedra,

del río, del árbol y la abeja

y el recuerdo de tu amor;

racimo de besos que me acompaña.

 

 

Relato de mi padre.

    Me hablaba mi padre  de un bar y una esquina que lo abrazaba, donde los amigos   se reunían en un mundo de billares y de cañas. ...